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El doble milagro de Kate en la sala de partos

Esta historia te hará creer que los milagros de verdad existen.

Kate y su esposo ya tenían dos hijos cuando se enteraron de que ella estaba embarazada de nueva cuenta, cuando asistió a su primera cita con el médico éste le realizó una ecografía y al ver la imagen en la pantalla sonrió y levanto dos dedos, Kate pensó que se trataba del símbolo de amor y paz, pero el doctor les dijo: “¡son dos!”.

De esta forma se enteraron de que serían dos los bebés que llegarían para hacer crecer a su familia. Sin embargo esta doble buena noticia traía una tercera mala, pues los embriones habrían sufrido la primera separación entre 8 y 13 días después por lo que no había una membrana protectora entre los dos, este tipo de embarazos es conocido como monoamniótico y sufren el riesgo de que los cordones umbilicales se enreden, convirtiéndose en una gran amenaza para los bebés.

Al descubrir esto, el médico le pidió a Kate que no dijera nada sobre su embarazo pues había un 50% de probabilidades que que no sobrevivieran. Kate buscó la opinión de otro doctor y a las 28 semanas de embarazo estuvo internada durante 5 semanas más para luchar para que sus bebés sobrevivieran.

Llegada la hora, los bebés nacieron por cesárea, y cuando los médicos vieron el cordón umbilical, la sala de parto se quedó en silencio, de haber esperado un poco más los cordones habrían bloqueado el sustento vital de las pequeñas.

Sin embargo, Harper y Cleo nacieron con bajo peso y tamaño por ser gemelas y además prematuras. Por suerte esto no las obligó a usar ventilación o incubadora, sólo requirieron de cuidados especiales.

Hoy las pequeñas ya tienen ocho años y son las mejores amigas.

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