Otra ola de violencia dejó varios muertos el miércoles pasado en Guerrero, lugar donde se concentra la mayoría de los crímenes turísticos.
Un policía estatal, quien fue asignado como escolta de la diputada local María Luisa Vargas Mejía, protagonizó una balacera en la que murió una mujer y seis quedaron lesionados durante una riña en Cajelitos, Chilpancingo.
Más tarde, en la cabecera municipal de Atlamajalcingo del Monte, región de la Montaña del estado, un señor de 84 años fue asesinado a tiros; familiares de la víctima impidieron que el cuerpo se trasladara a la Semefo.
Por otra parte, dos comerciantes fueron acribillados en sus negocios frente al mercado El Parazal y un hombre fue balaceado en la colonia Ciudad Renacimiento ese mismo día.
Acapulco no ha logrado salir del hoyo donde abundan los crímenes más terribles, y a pesar de eso, la gente sigue visitando con frecuencia esta zona turística.
-Redacción-