Al menos cinco bebés fueron asesinados en la localidad de Kalinko, en el centro de Guinea-Conakri, después de que los manifestantes que protestaban contra un supuesto fraude electoral incendiaran con gasolina las casas donde se encontraban, informan hoy medios locales.
En un mensaje retransmitido anoche por la televisión pública, el ministro de Administración Territorial y Descentralización, el general Bouréma Condé, acusó a “agitadores políticos” de causar estas muertes y denunció otros incidentes violentos en las localidades de Linsan (noroeste) y Dogomet (centro), donde los manifestantes derribaron la antigua residencia de un exministro.