El calentamiento del Polo Norte está enviando una ráfaga de frío ártico sobre Europa, fenómeno que científicos le han atribuido al calentamiento global.
En el extremo norte de Groenlandia, el centro meteorológico Cape Morris Jesup, ha tenido un récord de 61 horas de temperatura por encima del punto de congelación en lo que va de 2018.
Además el hielo marino en el océano Ártico está en un mínimo histórico de 14, 1 millones de kilómetros cuadrados, un millón de kilómetros cuadrados menos que lo normal, una superficie similar a la de Egipto.
Alrededor de toda la región ártica, las temperaturas son ahora de aproximadamente 20 grados Celsius por encima de lo normal, mientras que en el sur, una inusual tormenta de nieve golpeó el pasado lunes a Roma y, en ciudades como Varsovia, las temperaturas cayeron con fuerza por los vientos del este.