Autoridades de una ciudad de Islandia colocaron un paso peatonal con una ilusión óptica, lo que hará que los conductores piensen que hay un obstáculo en su camino obligándolos a reducir su velocidad o frenar totalmente.
Las líneas parecen flotar sobre el suelo. Si son miradas desde algún ángulo y sólo por algunos segundos, así los conductores creerán que el paso peatonal está sostenido hasta que se acercan y notan lo que realmente sucede.
El propósito es que disminuyan su velocidad con tiempo e impedir que los peatones sean atropellados mientras cruzan las calles. hasta ahora el plan ha funcionado y planean pintar 24 más.